miércoles, 14 de noviembre de 2012

"Asunción de la virgen"

Ella solo se elevó. Y fue tan alto que nadie pudo alcanzarla. Una ráfaga de ángeles la rodeó; y fue ese el momento en que todas las miradas se las llevaba la luz. No había quien no apreciara aquella demostración de arte, de espíritu. Cuando Esteban exclamó que no había comparación, nadie lo escuchó. Agachó la cabeza y volvió a la realidad, en la que no se puede volar, y se asustó al pensar que jamás volvería a ver el sol. Al despertar en un lugar frío y seco, pensó que morir hubiera sido mejor que continuar en la tierra gris y oscura. Por el resto de su vida, no pensó en otra cosa que no fuera el golpe en el tren. Lo único que lo hizo sonreír, fue el recuerdo de aquella mujer elevándose en el aire.